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Por Ines
Miércoles, 14 de Mayo del 2025

Un cuento de Ines Noher

Humillación

 

Un día de noviembre en que el pavimento pegajoso hervía las suelas de los zapatos y el sol abrasaba desde temprano, Abasia se dirigió al banco Nación de la Plaza San Martín. Cobraba su primer haber jubilatorio. Los sesenta y cinco años reglamentarios los había cumplido en agosto. Era una mujer erguida y bella. Aun atraía la mirada de los hombres al caminar por la calle. Seguía trabajando con sus alumnos y colegas de la Universidad por tiempo indeterminado. 

—Chau me voy al trabajo, le dijo a Marc, su esposo —paso por el banco. 

La tomó por sorpresa la larga cola para entrar. Casi todas eran mujeres con niños y gente mayor. La hora y media siguiente conversó con una jóven delante suyo quien hasta le trajo un café con el niño en brazos mientras ella cuidaba al niño del cochecito. Notó que le faltaban dientes en la mandíbula superior. Trabajaba en servicio doméstico cuando su mamá podía cuidar los chicos. Abasi retribuyó con sonrisas y leguaje infantil a los niños. 

El funcionario, un hombre de más de cincuenta años, le preguntó a la jóven tuteándola con tono empalagoso: 

—¿Qué te trae por aquí, amor mío? 

Ella le mostró un papel. 

—Mañana te arreglo eso, pero antes nos encontramos a las cinco en la plaza, vení sin los críos, hermosura —le apretó las mejillas con los dedos.  

Abasia, testigo del acoso, se indignó. Apuntó la cámara del celular y comenzó a grabar con ingenuidad, casi sin pensarlo. 

El funcionario con el rostro enrojecido, en tono amenazante, ordenó —¡no podés usar el celular aquí, vieja hija de puta! —Hizo el gesto de sacárselo con brusquedad. 

La jóven del cochecito estaba entre ella y el funcionario. Abasia escondió el aparato en el portafolio. Él no se conformó: — ¡Dame el celular! — ¿qué celular? —dijo ella — ¡borrá las fotos ahora, delante mío! —le ordenó con tono autoritario. 

Abasia y la jóven se miraron a los ojos. Le brotaron las lágrimas y borró el video mostrándole la pantalla al hombre; con humillación

 

Ines Noher, 12 de mayo de 2025